Intervencionismo económico, medidas del Covid-19, apagones informativos y censura en las redes sociales hacen que Occidente se parezca cada vez más a los regímenes autoritarios de Rusia y China.
Intervencionismo económico, medidas del Covid-19, apagones informativos y censura en las redes sociales hacen que Occidente se parezca cada vez más a los regímenes autoritarios de Rusia y China.
El fin de la pandemia está próximo. La ciudadanía se ha vuelto cínica y escéptica. Por ello, es poco probable que las cosas vuelvan a ser como antes.
Muy probablemente las molestias provocadas por las sucesivas dosis de refuerzo de la vacuna del Covid-19 se deben a una sobreexcitación de las defensas del sistema inmunitario.
Aun no se dan las condiciones propicias para que Isabel Díaz Ayuso sea Presidenta del Gobierno. Tampoco lo necesita: un Madrid boyante es mucho mejor que un Estado de Partidos arruinado por la crisis del Covid-19.
El nuevo ejecutivo alemán es el típico gobierno de coalición conforme al estilo político del país. El momento histórico que vivimos le obligará a tomar decisiones impopulares pero necesarias.
Esta bitácora cambia de rumbo. A partir de ahora tratará sobre Bilbao, una ciudad industrial en declive que necesita reinventarse.
Todos los patógenos infecciosos terminan agotando su propio ciclo vital. El Covid-19 no podía ser una excepción.
Lo que se ha de cuestionar no es la capacidad del gobierno para declarar estados de emergencia, sino su competencia en la gestión.
¿Pudo surgir el Coronavirus de un laboratorio chino, a causa de imprudencias cometidas por los propios investigadores?
Según el famoso inversor, fundador de Batterymarch Financial Management, primer fondo indexado de la historia y hoy gerente de Grantham, Mayo, Van Otterloo & Co. (GMO), la situación actual presenta numerosos puntos de similaridad con el estallido de la burbuja de las Puntocom en 2001. Uno de los factores que precede al final de todos […]