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Marruecos en el tablero del mundo

Marruecos - Rabat

Marruecos emerge como un actor de importancia creciente en el escenario internacional, dentro de un entorno global definido por transformaciones geopolíticas de gran envergadura. Si bien en el pasado reciente este país no figuraba de un modo destacado en el concierto mundial, ahora se vislumbra un cambio significativo en su posición, tanto presente como futura. El cambio tiene lugar en sintonía con ciertos acontecimientos de relevancia histórica con los que arranca el siglo XXI, como la crisis financiera de 2008, la pandemia del Covid-19 y las tensiones geopolíticas de la actualidad, sobre todo a raíz de la invasión rusa de Ucrania, la guerra en Gaza y otros conflictos. Estos eventos no son episodios aislados en la historia contemporánea. Transmiten señales de un reordenamiento más profundo en el sistema internacional. En palabras que habrían sido típicas del fallecido historiador estadounidense Zbigniew Brzezynsky, estamos presenciando los primeros compases de un nuevo capítulo en la historia del gran tablero del mundo. En este contexto, el tradicional orden unipolar liderado por Estados Unidos está siendo desafiado, dando paso a un mundo multipolar donde emergen nuevos actores y se redefinen las reglas del juego.

Marruecos, con su ubicación estratégica como puente entre África y Europa, está posicionado para capitalizar estas transformaciones globales, tanto en su beneficio propio como en favor de posibles socios comerciales y diplomáticos del estado alauí. Su situación geográfica privilegiada, junto con su crecimiento económico sostenido en las últimas décadas, otorga al país una ventaja competitiva en el escenario internacional. El territorio de Marruecos no solo es un punto de conexión entre dos continentes y dos mares. También se beneficia de su proximidad a las principales rutas comerciales y de transporte entre las economías desarrolladas de Occidente y los mercados emergentes de África y América del Sur.

Además, Marruecos ha diversificado su economía más allá de sus industrias tradicionales, como el turismo y la agricultura, para incluir sectores emergentes como los servicios financieros y la tecnología digital. Esto genera nuevas oportunidades de inversión y colaboración con socios internacionales, especialmente de Europa. Empresas alemanas y francesas, en particular, muestran un interés creciente en establecer operaciones en Marruecos debido a su mano de obra cualificada y sus incentivos para la inversión extranjera.

En el ámbito geopolítico, Marruecos se presenta como un actor regional sólido y fiable. Sus fuerzas armadas bien equipadas y su estabilidad interna lo convierten en un socio estratégico de gran interés para las potencias internacionales. Además, el país ha demostrado su compromiso con la seguridad regional y la lucha contra el terrorismo, lo que refuerza su posición como un actor responsable en el escenario mundial.

En resumen, Marruecos está en camino de convertirse en un agente clave del escenario internacional. Su posición geográfica estratégica, un crecimiento económico sostenido y su capacidad para actuar como agente activo en las redes de seguridad colectiva lo sitúan en una posición única para desempeñar un papel de gran interés en el desafío global del siglo XXI.

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