Los analistas occidentales yerran al suponer que los objetivos de Vladimir Putin no van más allá de una campaña militar convencional. En realidad es Rusia quien tiene las mejores cartas.
Los analistas occidentales yerran al suponer que los objetivos de Vladimir Putin no van más allá de una campaña militar convencional. En realidad es Rusia quien tiene las mejores cartas.
La guerra en Ucrania se ha convertido en un gigantesco reality show. Su principal cometido consiste en satisfacer ansias de entretenimiento y llenar vacíos existenciales.
Con la guerra híbrida, Rusia consigue superar las limitaciones de una debilidad económica que hasta la fecha le impedía competir con las grandes potencias militares occidentales. Ello le ha permitido lograr una rapidísima y sorprendente victoria en Ucrania.