El otro día tuve el privilegio de contemplar algo hasta la fecha nunca visto en Bilbao: una manifestación de hosteleros.
El otro día tuve el privilegio de contemplar algo hasta la fecha nunca visto en Bilbao: una manifestación de hosteleros.
Hasta hace poco hacía por mi cuenta algunos análisis de datos sobre las cifras del Coronavirus transmitidas por el Ministerio de Sanidad. Lo he dejado por dos razones:
El pasado 12 de marzo de 2020, según lo programado, y después de que en la Junta Directiva de la Sociedad El Sitio de Bilbao se hubiese deliberado sobre la conveniencia de suspender el evento. Al final decidimos seguir adelante,
La Sociedad El Sitio es la tribuna histórica por anonomasia del liberalismo bilbaíno. Fundada en 1875 por veteranos del cuerpo de Auxiliares que resistieron durante el último asedio de la ciudad en el transcurso de las Guerras Carlistas
Es lo bastante grande como salir en Google Maps. Si no me creen, compruébenlo ustedes mismos, poniendo el plano de Bilbao en modo satélite y ampliando la zona donde la calle García Salazar desemboca en Hurtado de Amézaga.
Durante los últimos años Bilbao se perfila llamativamente como ciudad de eventos y congresos. Prueba de ello es el gran número de nuevos hoteles construidos, casi todos de 4 y 5 estrellas.
Si eres dueño de un restaurante, una cafetería o un negocio de restauración, debes saber que tener en tu carta el plato del día puede significar la diferencia entre la supervivencia y el cierre del establecimiento.
Hace pocos días amanecimos con una irritante noticia, publicada, como de costumbre para estos casos, en El Correo Español:
Cuando Juan Mari Aburto sucedió al difunto Iñaki Azkuna al frente de la alcaldía de Bilbao, sabía muy bien cuál era la vara de medir que la ciudadanía de Bilbao le iba a aplicar.
No deja de sorprenderme la capacidad innovadora de algunos negocios vascos de restauración, muy superior a la de las empresas industriales.