¿Cuál es la Historia?

El alemán Boris Eldagsen, con su impactante obra titulada “The Electrician” (“El Electricista”) es el primer fotógrafo profesional que ha ganado un premio gracias a GPT. Nada menos que el prestigiosísimo Sony World Photography. En cuanto Eldagsen conoció el veredicto, se apresuró a rechazar el galardón desvelando la verdadera auditoría de la obra escogida por el jurado. Con ello, el fotógrafo logró un efecto mucho más llamativo: situar en primer plano el papel y las capacidades de la Inteligencia Artificial en la creación de contenidos tanto literarios como gráficos.

Las dos mujeres que aparecen en esta imagen no existen en la realidad. Han sido creadas, en algún momento del año 2022, mediante Dall-E, que es la interfaz gráfica de ese monstruo al que llaman GPT creado por los laboratorios de OpenAI. En varias entrevistas condcedidas a medios alemanes, el artista desvela su método de trabajo. Nada de cámaras, ni trucos de laboratorio, ni labor de edición en Photoshop, salvo para elaborar el archivo final destinado a la imprenta. El procedimiento se basa en un recuadro para la entrada de texto, muy similar al de Google o el propio Chat GPT3.

De lo que se trata, en resumidas cuentas, no es de dibujar, sino de escribir lo que quieres: “dos mujeres, una joven en primer plano y otra de mayor edad situada detrás de ella”. Y después, refinar el resultado aprovechando la capacidad de GPT para recordar contextos e incorporar feedback. “Aplícame una estética visual de los años 30, corrígeme el trazo defectuoso de las manos, intensifica las miradas, añade algunos cables colgando en segundo plano, etc. etc.”

Y no hay más misterio. Por debajo de este proceso, y oculto a la mirada del público, el incesante laborar de redes neuronales triturando ingentes cantidades de datos. De este lado de la imagen, un mundo atónito que comienza a inquietarse por las posibles repercusiones de la Inteligencia Artificial en la economía y los puestos de trabajo. En cualquier caso, esta nueva tecnología ha venido para quedarse. El genio está fuera de la redoma y no hay modo de hacer que vuelva a ella. De modo que hay que convivir con todo esto sí o sí.