El informe económico de Zedarriak no solo resume los defectos estructurales de la economía de Euskadi. También pone al descubierto un desencuentro entre la clase política vasca y el mundo de la empresa.
El informe económico de Zedarriak no solo resume los defectos estructurales de la economía de Euskadi. También pone al descubierto un desencuentro entre la clase política vasca y el mundo de la empresa.
Es política y nada más. La respuesta articulada por la Conferencia de Presidentes Autonómicos tiene como objetivo apoyar a Sánchez. Urkullu protege su paquete de 6.000 millones de euros en el reparto de las ayudas de Bruselas.
El Gobierno Vasco ha decretado el pasaporte Covid demasiado pronto para una gestión eficaz de la crisis sanitaria. La incidencia acumulada crece de un modo imparable, perjudicando la imagen del Ejecutivo.
El desastre en la gestión de la pandemia por parte de las instituciones vascas no se debe únicamente a la falta de liderazgo de Urkullu. También falla todo el sistema.
Los comités de “expertos” que no saben nada de la materia sobre la que deben asesorar responden a la lógica del realismo político. No causan problemas ni se oponen a quienes les han nombrado.
Para después del puente de diciembre se prevén nuevas restricciones. Esta vez el Gobierno Vasco graduará cuidadosamente la severidad de las medidas por temor a una caída en los ingresos fiscales.
El denominado Pasaporte Covid es ofensivo para la ciudadanía y además del todo inútil. La solución a los rebrotes pasa por la prudencia y la responsabilidad.
El Lehendakari vasco critica a Ayuso por presunto dumping fiscal. Detrás de esta riña tan pueril hay una ofensiva de Moncloa para desprestigiar a Madrid ante los fondos de inversión internacionales.
Ultimamente se habla de Unai Rementería como próximo candidato a Lehendakaritza. En una alternativa como la suya, los pros superan a los contras.
Las declaraciones de Urkullu sobre los Fueros han sido recibidas con cierto barullo sensacionalista y desinformado. En realidad la referencia histórica tiene un carácter protocolario y era poco menos que obligada.