Los gobiernos marcan a algunos deportistas como ejemplo de virtudes cívicas frente a otros que incumplen las normas. El cinismo político nos invita a creer sin embargo en una realidad menos edificante y más compleja.
Los gobiernos marcan a algunos deportistas como ejemplo de virtudes cívicas frente a otros que incumplen las normas. El cinismo político nos invita a creer sin embargo en una realidad menos edificante y más compleja.
El gesto de desafío de un tenista rebelde, Novak Djokovic, es como la chispa que enciende una mezcla explosiva, procedente de un masivo descontento popular, que lleva largo tiempo acumulándose en nuestra sociedad.