Determinismo geográfico, racionalidad estratégica y consideraciones políticas explican uno de los movimientos militares más inesperados de los últimos tiempos.
Determinismo geográfico, racionalidad estratégica y consideraciones políticas explican uno de los movimientos militares más inesperados de los últimos tiempos.
La OTAN se niega a suministrar a Ucrania tanques de última generación. Lo que interesa no es la victoria militar de Kiew, sino una guerra de desgaste contra Rusia.
El uso de drones “suicidas” atacando en enjambre es una novedad en la guerra de Ucrania, pero no supone un cambio de paradigma estratégico.
La fabricación de imágenes sintéticas mediante Inteligencia Artificial forma ya parte del arsenal de la propaganda de guerra de las grandes potencias.
Con la inutilización del Nord Stream, Europa queda separa definitivamente de Rusia. Con lo cual se cumple el principal objetivo de EEUU en Ucrania. Lo único que resta es llegar a acuerdos diplomáticos.
Pese a lo que diga la prensa, el éxodo de jóvenes rusos para eludir el alistamiento es un fenómeno muy puntual. El bajo nivel de vida del país y los altos precios de los vuelos lo ponen muy difícil.
La ofensiva de Ucrania parece algo espectacular. Su falta de recursos y la debilidad de su planteamiento estratégico la abocan a un estancamiento, pese a la fanfarria del gobierno de Kiev y los medios occidentales.
Un escenario improbable, pero no imposible. ¿Cómo reaccionaría Occidente ante un desenlace sin vencedores ni vencidos capaz de trastocar toda la geopolítica mundial?
Zelenski está decepcionado con España. En este artículo te explico por qué.
El atentado contra la periodista Daria Dugina en Moscú bien podría ser una operación encubierta de los servicios de inteligencia de Estados Unidos.