¿Cuál es la Historia?

Narrativas de lo que acontece bajo la línea de flotación

El enigma Zelenski

Zelenski

¿Quién es Volodymyr Zelenski en la realidad? ¿Hombre de estado, actor, farsante, el títere de algún oligarca, un personaje que se interpreta a sí mismo, o simplemente alguien que está fuera de lugar? Establecer paralelos con otros personajes de la farándula no nos lleva a ningún sitio. También Reagan era actor. Pero antes de alcanzar la Casa Blanca pasó por un largo curriculum de relaciones públicas en sindicatos, partidos políticos, las Fuerzas Armadas y el gobierno del estado de California. Zelensky, por el contrario, surge de la nada. Un día está en un plató de televisión y al día siguiente, sin solución de continuidad, lo vemos ganando unas elecciones con el 70 por ciento del voto popular y saludando a las masas desde el Palacio presidencial. En el caso de Zelensky se cumple aquel aforismo de Carlos Marx según el cual la historia se repite siempre dos veces: la primera como tragedia y la segunda como farsa. Solo que esta vez es al revés. Primero fue la comedia, una serie de televisión en la que Volodymyr Zelensky interpreta en clave cómica y satírica a un personaje que se parece mucho al de la realidad actual.

Después vendría la tragedia: crisis política, guerra, devastación de Ucrania y una riada de millones de refugiados huyendo tanto de los missiles rusos como del alistamiento forzoso en el ejército ucraniano. Y en medio de todo este teatro de muerte y destrucción, un protagonista que da nombre y rostro al drama. Un político declarado hombre del año en la revista Time, que en medio de las vicisitudes de la guerra, cuando todo se viene abajo envuelto en llamas, como los almacenes de la estación de ferrocarril de Atlanta en “Lo que el Viento se llevó”, todavía encuentra tiempo para hacerse fotos en Vogue abrazando a su atractiva señora.

¿En qué pensaba Zelenski cuando decidió cambiar su caché por una carrera política para la cual no estaba preparado? ¿Fue un instrumento del oligarca que financiaba su productora, para desenquistar a Poroshenko de su poltrona? Si te tomas la molestia de ver algunos episodios de “El servidor del Pueblo”, conocerás algunas claves internas de la política ucraniana. ¿Se creyó Zelenski su propio personaje? ¿O Tenía el propósito de utilizar su mandato presidencial como un trampolín hacia Hollywood, pensando que las influencias políticas de la Casa Blanca le granjearían papeles en las grandes superproducciones cinematográficas junto a Bruce Willis o Adam Driver? A no ser que algún día escriba sus memorias y sea en ellas más transparente de lo que se muestra hoy en la vida real, no lo sabremos jamás.

Entretanto, y probablemente también de cara a la posteridad, Zelensky seguirá siendo uno de los grandes enigmas de nuestro siglo. Un héroe para las multitudes idiotizadas por la propaganda de la OTAN y la cultura de masas de Estados Unidos. Payaso y marioneta del Pentágono según el aparato de desinformación del Kremlin: un simple peón en el gran juego geopolítico por el dominio de Eurasia. Y entre ambas versiones parciales, nada. Humo. El más absoluto e improductivo de los vacíos existenciales.

Es probable que al verdadero Zelenski no lo lleguemos a conocer nunca. Y también es posible que ni siquiera él mismo se reconozca ya a estas alturas. Esto es parte de la tragedia. Porque ese Zelensky que había debajo del personaje que las circunstancias le obligan a interpretar, desapareció el día en que dejó los escenarios, donde era alguien, para dedicarse a la gran política, donde no es más que un instrumento al servicio de las milicias nacionalistas ucranianas y los intereses geopolíticos de Estados Unidos en el Este de Europa. ¿Un héroe? No me hagáis reir. Los héroes no existen. Los crea la propaganda de las naciones beligerantes, para fomentar las levas o vender bonos de guerra. Y todo lo demás es literatura barata.

Leave comment