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Genetracer: tratamiento personalizado del cáncer

Genetracer: Carlos Cortijo y Ana Palencia

El otro día tuve ocasión de asistir a la charla informativa impartida por Carlos Cortijo, CEO de Genetracer Biotech S.L., en los locales del Work Café Santander en la plaza Moyúa de Bilbao. Genetracer es una startup especializada en el desarrollo de métodos predictivos del cáncer con vistas a la atención personalizada. Se trata de una tecnología sanitaria que a través del análisis genético de muestras de sangre (biopsia líquida), permite detectar la presencia de células tumorales mucho antes de que se manifiesten los síntomas de la enfermedad. Esto permite aplicar de manera preventiva tratamientos específicos mucho antes de que se produzca la proliferación incontrolada de los tumores, minimizando considerablemente el uso de fármacos y radioterapia, y reduciendo así el impacto sobre la salud del paciente. Genetracer, aunque nació y comenzó a desarrollarse vinculada al Hospital Universitario de Fuenlabrada en Madrid, tiene su sede en Santander. Su propuesta de valor está centrada en la actualidad en dos sistemas innovadores: Spiral para la detección temprana de cánceres mediante el análisis de muestras de sangre, y Decoder, un servicio para la secuenciación genética de muestras de tumores y la medicina de precisión en pacientes oncológicos diagnosticados.

Las tecnologías biosanitarias, como modelo de emprendimiento, revisten por varias razones un gran interés: en primer lugar, su carácter estratégico ante un escenario de envejecimiento demográfico y reestructuración de los sistemas de sanidad pública, con recortes presupuestarios y la necesidad de una mayor racionalización. Aparte de esto, su carácter escalable permite desarrollar sobre ellas proyectos de startup con buenas perspectivas de revalorización. No menos importante, la existencia de una enorme infraestructura universitaria y de hospitales clínicos, en los países europeos, proporciona la base de conocimiento y personal experimentado necesaria para generar propuestas avanzadas de todo tipo en la lucha contra el cáncer, la ingeniería genética y otros ámbitos médicos cruciales.

En el siglo XIX una de las claves del despegue industrial en la Europa continental fue la conversión del saber científico producido por las universidades -principalmente alemanas, pero también francesas, británicas, belgas y de otros países- en innovaciones técnicas y desarrollos empresariales que terminarían dando forma a la moderna economía industrial. Los campos en auge eran entonces la ingeniería mecánica, la electricidad y la óptica. El siglo XXI podría presenciar una dinámica parecida en relación con las tecnologías digitales, la genómica y la investigación en enzimas.

Pese a su carácter prometedor, en Europa, las startups biosanitarias se encuentran con dos grandes obstáculos. Uno de ellos es el reducido tamaño del mercado y la falta de recursos. En un entorno compuesto por 27 mercados nacionales diferentes, compartimentados por sus propias legislaciones sanitarias, no existen las mismas oportunidades de crecimiento que en países grandes y unificados como Estados Unidos y China, con una base potencial de centenares de millones de usuarios. No es lo mismo presentarse a rondas de financiación de 100.000 o 500.000 euros que recibir inyecciones de capital en el orden de los 10 o 20 millones. Es esto, no la excelencia tecnológica del concepto, lo que en última instancia decide que un proyecto de empresa pueda establecerse con firmeza a escala global.

El otro inconveniente de emprender en campos biosanitarios tiene que ver con la burocracia y la existencia de entornos normativos. No solamente Genetracer, sino cualquier otra startup que en España hacer algo innovador en el campo de la medicina, se verá obligada a lidiar antes con 18 administraciones sanitarias diferentes (incluyendo la estatal). Una auténtica locura. Y esto es inevitable porque cada gobierno autónomo tiene su propia estrategia en materia de prevención, lucha contra el cáncer, diagnósticos personalizados, dependencia y otros ámbitos en los cuales centran su actividad los proyectos biomédicos más interesantes de nuestro tiempo. Pensemos en lo que daría de sí el invertir en innovación y desarrollos internos todo el esfuerzo que actualmente se dedica a rellenar impresos, estudiar normativas y concertar reuniones con funcionarios.

(En la imagen: Carlos Cortijo, CEO fundador, y Ana Palencia, Directora de Desarrollo de Negocio de Genetracer Biotech S.L.)

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