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¿Será Unai rementería el próximo Lehendakari?

Unai Rementería

Una cosa está clara, y es que Urkullu no repetirá en las Autonómicas. Con todo su capital político echado a perder tras el fiasco de las últimas elecciones en julio de 2020 y el inevitable desgaste de tres legislaturas seguidas, la probabilidad de que presente nuevamente su candidatura es prácticamente nula. En tal situación, resulta inevitable plantearse la habitual quiniela. Aunque los resultados son imprevisibles -pensemos en lo inesperada que fue la llegada a Ajuria Enea de Juan José Ibarretxe, Patxi López e incluso el propio Iñigo Urkullu-, una de las figuras que se perfila como titular de la candidatura del PNV a Lehendakaritza es el actual Diputado General de Bizkaia, Excelentísimo Sr. D. Unai Rementería Maíz. Hablemos antes de los contras que de los pros. No porque el hombre no nos caiga bien, todo lo contrario, sino para resaltar a su debido tiempo las ventajas de poder incluirlo en una nominación. Poca gente sabe que Rementería es, institucionalmente hablando, el verdadero responsable del desastre en el vertedero de Zaldibar. El caos de gestión que terminó produciendo el derrumbe de aquella montaña de residuos y el fallecimiento de dos operarios, tuvo lugar durante el mandato del actual Diputado general. Lo mismo cabría decir del fiasco de las declaraciones de la renta del 2020, el mal funcionamiento de la empresa de servicios informáticos Lantik, el fracaso del centro de emprendimiento de Torre Bizkaia y otros incidentes similares.

Da la impresión de que la Diputación Foral de Bizkaia se halla bajo el influjo de una tendencia estructural a la desorganización y a la incompetencia de sus cuadros dirigentes de alto nivel que Rementería no puede corregir, ya sea por falta de aptitud personal o, simplemente, porque el tema es más serio de lo que pensamos y nos desborda a todos. Aunque lograra solucionar todos estos problemas -lo cual deseamos de todo corazón-, el hecho de haber liderado nuestra institución Foral, que es el resorte de poder más importante de toda Euskadi, podría generar en los otros dos territorios vascos una impresión de señorío y prepotencia que no contribuiría a atraer las simpatías del electorado.

Sin embargo, Rementería tiene a su favor algunas ventajas. Es originario de un pueblo pequeño -otro día explicaremos por qué alguien que haya nacido en Bilbao lo tendría difícil para llegar a ser un Lehendakari nacionalista-, y gracias a su presencia joven y saludable funciona muy bien, tanto en el plano público como de cara al marketing electoral. Durante la campaña no tendrá más que pasearse por los pueblos, abrazarse a cuatro señoras mayores y esperar al recuento. Su condición de primer hombre de Bizkaia, que le podría restar el apoyo de unos cuantos resentidos fuera de la provincia, también le ofrece la ventaja de poder capitalizar las posiciones de poder ya alcanzadas. No solo conoce a fondo el escenario del juego, con sus personajes clave, los intereses en disputa y los límites de acción. No aprovechar un candidato en cuyo diseño el Partido ha invertido tanto esfuerzo sería una lástima.

La respuesta solo la sabe el viento. Y es posible que el próximo inquilino de Lehendakaritza sea alguien en cuyo nombre ni se nos hubiera ocurrido pensar. Los pronósticos para Lehendakaritza incluyen también a Itxaso Atutxa e Izaskun Bilbao Barandika. Pese a las simpatías del público ante la perspectiva de una mujer al frente de Ajuria Enea, ambas candidatas ofrecen inconvenientes. Itxaso Atutxa es de Bilbao, y carece de un perfil público marcado (tampoco lo buscó nunca), mientras que Izaskun Bilbao ha desempeñado la parte central de su carrera en Bruselas, carece de experiencia en los entresijos de la política local y estatal, y para cuando tengan lugar las elecciones, ya no estará en esa franja biográfica en la que alguien puede acometer, con el grado de resistencia física y mental que el cargo requiere, un proyecto ejecutivo planificado para durar como mínimo dos legislaturas.

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