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Algo pasa con Indra

Indra

Indra Sistemas S.A. iba de maravilla. Su CEO, Fernando Abril Martorell -no el histórico político de la Transición y vicepresidente durante el último gobierno de Suárez, sino el hijo de aquel- la había reestructurado con éxito en 2015. Recientemente se había vuelto a la senda del beneficio y la cartera de pedidos acababa de recibir el mejor paquete de proyectos de toda su historia (incluyendo la coordinación de desarrollo del Eurofighter). De repente, al Gobierno, que a través de la Sepi es uno de sus accionistas principales con un 16,8% de los títulos, se le ocurre cesar a Abril para poner en su lugar a un brillante ingeniero pero oscuro ejecutivo catalán llamado Marc Murtra, que desempeñó algún cargo en uno de los ministerios de Economía de ZP.

¿Qué hay detrás de esta maniobra? Sin duda alguna, el propósito de contribuir a la solución del problema catalán mediante los típicos chanchullos de clientelismo y puertas giratorias típicos de este país. Decir que el mercado ha recibido con escepticismo y mal humor la decisión de Moncloa es poco. Durante la última semana la cotización de Indra se ha desplomado un 14% en la bolsa. Mientras no se clarifique la cuestión y exista este temor a las interferencias del gobierno en asuntos de la empresa privada, los títulos de Indra no van a remontar.

Ese momento, sin embargo, podría estar más cerca de lo que se piensa. Como no hay mal que por bien no venga, recomiendo echar un vistazo al gráfico de Indra (Yahoo Finance). Tras caer desde más de 8,20 euros por título hasta rozar los 7,00 el valor se ha mantenido en esa cota durante varios días, evidenciando la existencia de un sólido soporte mientras el volumen crecía considerablemente. Observen las pedazo barras correspondientes al volumen que aparecen en el gráfico a partir del día 21 de mayo. Esto quiere decir que hay alguien comprando las acciones, probablemente un inversor institucional. Las manos débiles se desprenden del papel mientras un banco, una compañía de seguros o, quién sabe, incluso la misma Sepi se van haciendo con él poco a poco.

En teoría, no hay nada que justifique el desplome de Indra, al margen de este pequeño pánico suscitado por la substitución de Fernando Abril Martorell por Marc Murtra a dedazo limpio de Moncloa. Tras este constipado bursátil, los títulos de la empresa volverán a recuperar aunque solo sea una parte del valor perdido, y el comprador de las acciones se ganará un buen pico. Para un especulador audaz que quiera seguir la estela de las manos fuertes, esta sería una buena ocasión.

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