¿Cuál es la Historia?

Narrativas de lo que acontece bajo la línea de flotación

Lutz Minkner sobre cómo invertir en arte

Lutz Minkner

En el suplemento financiero y jurídico que acompaña a la última edición del semanario Mallorca Magazin (Nr. 6 del 6 al 10 de febrero de 2021) viene publicado un interesante artículo para aquellos de ustedes que estén considerando la idea de invertir en objetos artísticos como opción ante el aburrimiento de los bonos o el riesgo de la renta variable. Lo escribe Lutz Minkner, abogado y empresario alemán afincado en Mallorca, quien además de su actividad profesional en el mercado inmobiliario como fundador y gerente de Minkner & Partner, S.L. también posee una experiencia considerable como galerista y conocedor de arte contemporáneo. El artículo está en alemán, pero sus puntos esenciales se pueden resumir en un número de verdades de sentido comun que todo inversor potencial debe tener en cuenta antes de gastar su pecunio en la adquisición de obras de arte de cualquier tipo.

El motivo principal por el que se compra una obra de arte no es económico, sino emocional. Para empezar, tiene que gustarte. De lo contrario, y teniendo en cuenta el lado crematístico, hay mejores opciones. La posibilidad de un incremento de valor viene después. Y si no se materializa, al menos tendrás un cuadro o una estatua que puede quedar muy bien en el salón de tu casa o en tu despacho. En segundo lugar, si uno quiere moverse en serio en el campo de las inversiones en arte, necesitará asesoramiento profesional.

No importa que uno mismo sea entendido en Renacimiento, Barroco, Expresionismo, Pollock o lo que sea. Incluso aunque nuestra competencia fuese lo suficientemente amplia como para poder distinguir las obras auténticas de las imitaciones -que abundan mucho más de lo que uno puede imaginarse-, necesitamos a nuestro lado a alguien que conozca el complejo mundo de las galerías y un mercado totalmente opaco, en el que no existe ningún sistema normalizado de formación de precios y todo depende de factores de los que solo un experto en el mundillo puede mantenerse al tanto: valoración del artista, exposiciones en las que ha participado, precios pagados por sus obras, tendencia en la que se encuentra, preferencias de los compradores, etc.

Invertir en arte no es para aficionados, y tampoco una opción razonable para bolsillos pequeños. Olvídate pues de ese estereotipo romántico y pequeñoburgués de ir por los rastrillos en busca de un Goya no catalogado o un dibujo de Schadow: lo más que vas a encontrar son litografías viejas y algún aguafuerte del siglo XVIII. Minkner, habiendo sido él mismo comprador de objetos artísticos, galerista y experto en la economía del sector, opina que quien dispone ya de un cierto patrimonio, hace bien en dedicar una pequeña parte del mismo (por las cifras de su artículo deducimos que alrededor de un 1% o menos) en la compra de obras de arte. Principalmente cuadros y estatuas. Y siempre en función de un interés estético o emocional y no solamente pecuniario.

Leave comment