Las ventajas fiscales a la sostenibilidad en EEUU representan un negocio multibillonario para Europa y China. Pero hay un obstáculo: la guerra continúa en Ucrania.
Las ventajas fiscales a la sostenibilidad en EEUU representan un negocio multibillonario para Europa y China. Pero hay un obstáculo: la guerra continúa en Ucrania.
La crisis de Taiwan deja claro quién manda. Estados Unidos logra sus objetivos, como recompensa de una diplomacia bien planificada y la agresiva proactividad de la administración Biden.
Intervencionismo económico, medidas del Covid-19, apagones informativos y censura en las redes sociales hacen que Occidente se parezca cada vez más a los regímenes autoritarios de Rusia y China.
China y EEUU están muy lejos de Bilbao. Pero lo que sucede en esos países nos afecta. Conviene estar informados sobre el gran conflicto geopolítico de nuestro tiempo.
El colapso de Evergrande puede afectar a nuestras empresas. Pero no directamente, sino a través de un efecto de rebote en los mercados financieros y los socios comerciales de China en Europa.
Las acciones chinas bajan por las regulaciones de Beijing. Nuevos precios y buenos fundamentales hacen de ellas una buena oportunidad para inversores astutos con nervios de hierro.
Supuestamente, China y Rusia son los grandes vencedores de la derrota de Occidente en Afganistán. La pega es que heredarán también los problemas derivados de tener a los talibanes al otro lado de la frontera.
Continúa el ascenso imparable de Apple en bolsa. Sus dos principales obstáculos: las autoridades de la competencia en Europa y EEUU y el resentimiento de China por las sanciones contra Huawei.
Los grandes valores tecnológicos chinos bajan por culpa de las presiones regulatorias de Beijing y cierto mal de ojo que les ha echado la Casa Blanca.
Con Trump la política mundial funcionaba porque se reducía a transacciones comerciales. Con Biden vuelven el ideal atlantista y los conflictos diplomáticos.